Martes 04 de agosto de 2009

Los 8400 metros más bellos del mundo…

Amigos, les escribo después de vivir un día intenso a la espera de qué pasaría. Son las 15h00, Santiago me acaba de llamar por radio a decirme que deciden devolverse, la nieve es demasiada, casi no se puede avanzar y ésta es la hora límite en el K2, tiene que dejar de subir. Se quedaron a 8400 metros de altura, a tan solo 200 metros de la cumbre, él y sólo unos pocos más, porque de todo el grupo que eran, más de la mitad se devolvieron desde las primeras horas de la mañana.

Fue bello para mí escucharlo, estaba tranquilo, su voz sonaba como suena a los 2800 metros de Quito, normal, no estaba cansado, más bien fuerte y lo que más me sorprendió fue que me dijo que se sentía feliz con lo que había hecho, todo lo que estuvo en sus manos lo entregó, lo demás ya no lo podía controlar él.

Ahora sólo debo esperar las otras llamadas para decirme que están bajando bien, para mí eso es lo más importante. Dios mediante llegará mañana al campo base. Lo voy a esperar con los brazos abiertos, una sonrisa  y tal vez una rica cena para celebrar, porque les admiro a este grupo pequeño que entregó todo por un sueño y lo mejor de todo no están frustrados sino felices, a mí me dejan con la boca abierta…

Yo por ahora sólo puedo  decir gracias a todos los que nos han apoyado de diferentes formas y cada uno sabe cómo, a los auspiciantes que más que eso son ahora amigos, a los que mandaron granitos de arena de energía, a los que elevaron oraciones al cielo para que él esté bien y lo está, gracias a los amigos que siempre le animaban, a los que nos escribían frases inolvidables, gracias a la familia, a la abuelita que siempre estaba pendiente más que cualquier persona, a los niños que mandaron dibujitos, sonrisas y sánduches de fuerza, a los montañistas qué entienden este amor y este deporte, a los periodistas que tanto quieren a Santiago y lo apoyan, a esa personita que le regaló una virgencita para que lo proteja y funcionó, a la velita prendida de la mamá, a los buenos pensamientos de todos, gracias porque con cumbre o sin ella, lo más importante es que sirvió de algo, el mensaje de esperanza ha llegado a cientos de hogares ecuatorianos y eso me conmueve no saben cuánto.

Gracias a ti, Amado Dios porque en cada segundo estás con nosotros regalándonos posibilidades para ser mejores cada instante. Gracias a los bellos seres de luz que siempre nos acompañan. Gracias a ti Chogori, K2, por dejarnos vivir acá, en tus faldas, por darnos estos días bellos, por tu linda energía que espero permanezca dentro de nosotros siempre…

Seguramente pasado mañana, el mismo Santiago escribirá toda su aventura en las alturas y nos mostrará fotos de los 8400 metros más bellos del mundo.

Y el día y la hora de regreso a Quito, para los que preguntaban, lo publicaré en la web aproximadamente en unos 8 días.

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