Camino al campo 3

Queridos amigos ecuatorianos, son las 7 de la mañana y estoy en mi tienda personal escribiéndoles esta crónica.

La última vez que recibieron noticias desde el campo base fue para contarles que teníamos mal tiempo, que nevaba mucho y la montaña estaba muy cargada y peligrosa. Pues esto duró desde el 14 de junio hasta el 19. El día 20, el sol y el frío de la noche compactaron la nieve que cayó todos estos días. El 21 decidí salir solo, ya que mis compañeros españoles quisieron esperar un día más hasta que la nieve estuviera en mejores condiciones.

Para esto preparé mi material y decidí llevar la mochila pequeña que me regaló mi amigo Gaspar, y la llené con lo justo e indispensable para pasar cuatro días en la montaña. Llevé un sleeping, la cocina de gas y el tanque más pequeño que se puedan imaginar, 2 ollas, 3 sobres de sopa, un paquete de puré deshidratado, 2 latas de atún y sardinas, barritas energéticas, unas pastillas de minerales, y un sobre de cola cao con leche condensada para los desayunos junto con té de manzanilla. A todo esto se le puede llamar comida. Además llevé guantes de repuesto, patucos de plumas para los pies, pasamontañas extra, y por supuesto la carpa con el aislante, la cámara digital, una chaqueta extra de polartec y dos cantimploras. Si me preguntan cómo hice para meter todo esto en la mochila pequeña de 55 litros, ni yo lo sé, lo que si sé es que pesaba bastante.

Me levanté con todo preparado, muy tranquilo porque el día anterior algunas gentes subieron y unos rusos estaban en el campo 3.

Me vestí y desayuné, solo eran las seis de la mañana (aquí amanece a las 4 am). A las siete de la mañana salí desde el campo base. Mi plan era llegar hasta el campo 2 directo. Subir 1500 m de desnivel en un día ya lo había hecho en el Chimborazo, pero aquí lo tenía que hacer además con mochila de 18 kg a mi espalda.Mi primer recorrido fue por un pedregal llamado morrena que va hasta el campamento Serbio, justo en la entrada de la ruta, pero para poder llegar al camino hay que atravesar un glaciar de 200 m en línea recta, el cual está lleno de pequeños ice bergs o estalactitas enormes que se serpentean igual que un laberinto de hielo. Al final llegué a la entrada de la ruta que es un camino de tierra y piedra que llega hasta el glaciar donde está la cuerda fija que casi llega al campo 1 a 5800 m.

Asegurado a los tramos de cuerda que encontraba puestos por porteadores de altura de otras expediciones llegué al campo 1. Demoré 5 horas. Después me hidraté, comí una de las barritas energéticas y salí rumbo al campo 2 a 6300 m. Este recorrido estuvo con mucha nieve y es por eso que la montaña no está equipada con cuerdas en su totalidad.

Al cruzar por la primera rampa nevada me encontré con un alemán al cual le pregunté si es que había espacio para poder poner mi tienda en el campo 2 y me contestó muy indiferente que no sabía, y le dije si es que no había espacio que si era posible dormir en una tienda suya y me dijo que ese no era su problema. Esto me sorprendió mucho porque la camaradería de la montaña de nuestros pioneros se está perdiendo y hay que decirlo críticamente. Imagínense llegar a 6300 m y no poder poner una tienda porque no hay espacio. Bueno pero lo que el alemán no sabía era que yo tenía un aliado siempre conmigo y ese es Dios quien me cuida, y por eso me aventuré a ver que había en el campo 2.

En este recorrido los tramos de cuerda que se encuentran son de 7 mm pero no de coordino de montaña sino de cuerda de tender ropa de casa, y con todo el uso que se le da, el riesgo de que se rompa es alto. Por esta razón había que atacar lo antes posible la montaña ya que este año por el aniversario habrá más de 23 expediciones acá.

El camino al campo 2 es por rampas nevadas que atraviesan gendarmes de roca y que llegan a una arista de roca y hielo donde se colocan las tiendas en plataformas hechas para aplanar el piso que está inclinado. Si es que lo imaginamos sería como dormir en un verdadero nido de águilas. Como no sabía cuánto me tomaría llegar al campo 2 y como era las 12 del día y decidí salir con todo para el 2. Llegué en 2 horas y media muy contento de haberlo logrado tan rápido y tener tiempo para hacer mi casa, que es un duro trabajo.

Al llegar al campo 2 encontré tres tiendas de otra expedición y 200 metros más arriba dos tiendas de los rusos, que son un equipo de 12 montañistas que se están preparando para subir al K2. Puse mi tienda en la mitad de todas. Pero no es sólo cuestión de armar la tienda. Para esto hay que aplanar el piso que en una pendiente de 40 grados, sin tener pala por el peso extra, es más difícil, entonces me tocó con el piolet trabajar por una hora y media para tener construida la plataforma, todo esto a 6300 m. Después, en el reducido espacio se me complicaba armar la tienda y justo un alma de dios, un portedor de altura pakistaní me vio en mi situación y me hecho una mano. El 22 de junio descansé todo el día y en la tarde llegaron Carlos Paunner y José, pusieron otra tienda en el campo 2 y decidí ir hasta el campo 3 a 7100 m para poner la tienda que llevé hasta el 2. En la noche cené una lata de sardinas y puré de papa.

Me levanté optimista, desayuné y empaqué. A las nueve me puse a subir para el campo 3. Todo este terreno era nuevo para mi y esto me apasiona cada vez que voy a una nueva montaña, por los distintos paisajes y el terreno nuevo es especial y produce ánimos renovados para el espíritu.

Después de casi 4 horas llegué a 6900 m y me encontré con dos rusos que se preparaban para el gran ataque a la cumbre. Logré vencer mi récord de altitud con mis nuevos pies y certificar que todo está marchando a mil maravillas gracias a dios. Después de una larga pendiente casi imperceptible, apareció una tienda amarilla y tres más a 30 m, era el campo 3, el altímetro marcaba 7060 metros y el momento era único y especial en mi corazón. Pero aún faltaba la parte final y la parte de la cumbre que es el extra que tiene esta montaña por la larga arista que hay que cruzar.

Me prestaron una pala y me puse a cavar una nueva plataforma, me metí a descansar y pasar la noche para poder bajar al campo base (2200 m de desnivel).

Toda la noche fue fría y el viento pegaba fuerte a esta altura, me costó decidir no salir con los rusos a la cumbre, no quería hacer un día más de esfuerzo pues pensé que podría no llegar por ser mi primera experiencia en esta altitud. Mi plan había funcionado perfectamente. Había terminado el ciclo de aclimatación en cinco días en el campo base a 5000 m y cuatro días en altura, dos noches a 6300 m y una a 7100 m.

El 24 esperé a que el sol llegara a la parte alta de la montaña y después de todo el ritual de desayuno, vestirse y arreglar bien la carpa para que aguante el viento, me puse en marcha a bajar a las nueve de la mañana. A las tres de la tarde estaba en el campo base con el recibimiento caluroso de mis compañeros que siempre estuvieron pendientes de mi.

Al llegar recibimos una información de que el tiempo aguanta unos días más y comenzamos a hacer planes de cumbre. Pero hoy es 25 y el tiempo cambia y mañana 26 no sabemos que pase con este. Para esto, hoy llegaron los italianos Silvio Mondinelli quien con el Broad ACABA LOS 14 OCHOMILES.

Hoy amanecí con una inflamación en una muela y estoy tomando medicación para la infección y para el dolor. Todo está controlado gracias a Dios pero ha sido un golpe duro para mi esta situación de la infección por un nervio mal sacado en el pasado. Son las nueve de la noche y les estoy escribiendo después de un día atípico de lavar la ropa, de comer bien, de descansar, de hablar con mi Claudia al teléfono, quien me manda todos los ánimos de toda la gente y por eso mil gracias.

Hoy son momentos duros y solo depende de cómo salgan las cosas en estos días para tener un resultado positivo en los diez días siguientes.
Por lo demás espero la próxima vez que les cuente algo, decirles que subí a la cima del Broad Peak a 8047 m, un sueño que se ha trabajado duro y que dios mediante, las buenas noticias lleguen. Hay que esperar ahora a ver si es que no comienza a nevar y si es que es así y tenemos tres o cuatro días de buen tiempo tiramos directo para arriba.

Un abrazo a todo mi país. Santiago Q.

El día sábado 23 subí hasta 7100 m e instalé el campo base 3. Luego de pasar una noche a esa altura bajé de nuevo al campo base que se encuentra a 4900 m. Mi aclimatación es muy buena. Me siento bien. Hoy lunes empezó a nevar bastante y con mucho viento. Vamos a tener que esperar unos tres o cuatro días para que cambié de nuevo el clima y poder seguir ascendiendo.

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