Hay hombres que luchan un día y son buenos
Hay otros que luchan un año y son mejores
Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos
Pero hay los que luchan toda la vida, esos son los imprescindibles.
Bertolt Brecht
“Desde niño amo las montañas y sentía su llamado. A los 15 años subí a mi primera cumbre el Rumiñahui, 4712m con la persona que me enseñó la esencia del montañismo: Jack Bermeo. Desde este día, he tenido un proceso de vida con las lecciones de la montaña, como son: el cansancio, frío, calor, incomodidad, miedo, frustración, tristeza, pero también alegría, emoción, pasión, euforia, compañerismo, solidaridad, amistad, lucha, supervivencia, que me han mostrado que mi camino está en las montañas.
Quiero a la vez compartirle a la gente de mi país la búsqueda que me ha llevado a entender que necesitamos cambiar nuestra forma de ver las cosas como un conjunto, nadie esta solo y todos necesitamos de todos.
La naturaleza nos acerca a este proceso de vida que pienso que es un propósito más que un andar y desandar.
Llevo 21 años en las montañas y más de 9 expediciones en el exterior, y puedo decirles que los aprendizajes y experiencias de vida adquiridos han sido inmensos pero más que permitirme logros personales inmortalizados en hazañas, me han enseñado a compartir mi historia de vida y permitir decirle a la gente que escojan seguir su pasión en la vida como un camino hacia la felicidad”.