CUMBRE

No tengo palabras para expresar lo que estoy viviendo ahora, es una especie de fantasía que solo me cabe entender que es producida por Dios, es el que permite que estos milagros se hagan posibles en la vida de los hombres y mujeres comunes y corrientes como yo. Esta mañana nevaba muy fuerte y le agradezco a Dios de haber bajado. Solo tuvimos tres días de buen tiempo para hacer la cumbre del Broad Peak a 8047 m y bajamos en tormenta con las justas. Parecía como si alguien detenía las nubes y la nevada que ha caído hoy.

El día domingo 8 llegó el informe tan esperado de buen tiempo. Las decisiones comenzaban a darse sin que todos estuviéramos de acuerdo, pero la experiencia de años de los líderes de cada expedición hizo que se llegue a un acuerdo. El lunes el buen tiempo llegaría y hasta el jueves en la tarde duraría este. Para mí era lógico salir el lunes a primera hora, pero apenas el sábado habíamos llegado del campo 2 al campo base y necesitábamos descanso, además las nevadas constantes demandaban un día para que mejoren un poco las condiciones.

Finalmente decidimos salir el día martes camino al campo 2 a 6400 m , y teníamos que tener un equipo fuerte para abrir la huella hasta el collado desde 7600 m , que es donde se acumula la mayor masa de nieve.

Los italianos comandados por Silvio Mondinelli, quien acababa sus 14 ocho miles con el Broad, tenían el plan de subir directamente al campo 3, descansar y tirar a cima directamente. El equipo de “Al filo de lo Imposible” saldría el martes al campo 2 y el miércoles al campo 3, así pues, todo estaba decidido, el martes era nuestro ataque.

La tensión que yo tenía de saber que había dado todo de mí, primero haber subido solo con una tienda pequeña a dormir en el campo 2 y después en el campo 3 dejando mi sleeping en el campo 3 para ahorrar energías el día del ataque a cumbre, después subimos juntos al campo 2 para poner una segunda carpa y los monos de plumas y todo el equipo de altura. Todo estaba listo y ahora solo la montaña mandaría, para la decisión final.

Salimos a las 5h30 de la mañana acompañados hasta la morrena central, a la que llamamos Manhatan por ser una isla en medio de 2 bloques de hielo que separan la morrena del campo base con la base de la montaña. Había mucha gente de todos lados, muchos buscando solo aclimatarse y otros la cumbre del Broad, en momentos era como una carrera por ganarle al otro el espacio para colocar la tienda en el campo 2 y poder estar mejor.

En la entrada de la montaña, al comienzo de las cuerdas fijas, me encontré con mi amigo colombiano Fernando Gonzáles Rubio quien con mi otro amigo Hernán, subía para su intento a la cumbre. Subimos juntos filmándonos muy contentos y haciendo bromas, en el campo 1 nos encontramos todo el grupo, nosotros tres y mis cuatro compañeros de expedición, más dos mallorquines que subían al campo 3, Oli y Tolo.

Nuestro objetivo era el campo 2, al cual llegamos después de 6 horas de escalada y nos acomodamos en la tienda del campo 2 que estaba con todo el equipo para el ataque a la cima, el mismo equipo que teníamos que llevar al campo 3 al otro día. Cenamos y descansamos bien esa noche.

El día miércoles 11 de julio, nos levantamos y preparamos agua para la subida al campo 3 a 7100 m . Yo me adelanté a mi grupo porque ya estaba listo y quería guardarles sitio para que puedan poner su tienda.

Llegué al campo 3 temprano, me demoré tres horas solamente en subir y una hora 30 minutos en desenterrar mi tienda porque estaba tapada de nieve hasta la mitad.

La noche llegó y mientras esperábamos, nos tomamos fotos con los amigos, entre los que estaban Silvio, Fercho, Hernán y Marta.

La noche llegó y nos vestimos con los monos de pluma y las botas, preparamos el líquido, dos litros por persona, la comida, las medicinas, las cámaras y la bandera del Ecuador con mi mensaje: que luchen por sus sueños porque todos son posibles.

Llegó la noche y la hora de levantarse. Eran las 22h30, debíamos salir a las doce en punto, porque éramos un grupo grande y teníamos que ir juntos.

Personalmente me levanté a las once de la noche y salí a las doce y quince, fui el último de todo el grupo, ya que me demore en ponerme las cubrebotas y todos los implementos que protegían mis pies para no sufrir frío.

Conmigo subía José Vilalta, con quien subimos juntos hasta 7600 m y el frío hizo que se de la vuelta porque sus pies estaban mal. Me dio mucha pena porque subíamos bien y el estaba bien aclimatado.

En ese momento me quedé solo y seguí subiendo, cuando el amanecer me cogió me encontré con mis amigos, Fercho, Hernán, y mi compañero ecuatoriano Pepe Jijón, quien decidió darse la vuelta por malas condiciones de la nieve. Tomamos agua y comimos algo y nos esperaba la parte más larga llegar al collado a 7800 m de altura y sin oxigeno.

Finalmente a las ocho de la mañana llegamos al collado Fercho y yo, Carlos Pauner nos esperaba en este para atacar la última parte de la cima, que es muy larga casi dos km de distancia. En este momento la tención se apoderó de mí porque el viento soplaba mucho y los escaladores se comenzaron a dar la vuelta, Hernán y Fercho no terminaron su aclimatación pero llegaron bien alto, Fercho se dió la vuelta en el collado, me puse triste porque estar con él desde el campo 1 fue muy bonito, compartimos bastantes días en esta montaña y ahora se iba para abajo. Dudé por un momento en poder llegar, pero mi corazón latía tan fuerte que la cima era un hecho.

Finalmente Carlos me dijo: “vamos para la cima Santiago” y nos pusimos en marcha.

La arista de la cima tiene pasos de escalada asegurados por cuerdas fijas y con precipicios a cada lado. Llegamos después de una hora y media a la ante cumbre, donde nos pusimos sin remedio a atacar la cima falsa inmediatamente, a la que llegamos una hora y media después, a la que hubo que escalar un paso con cuerda fija casi vertical, muy bonito. En la cima falsa estaba Gerlinde y su esposo Raf, quienes tienen el proyecto de los 14 ochomiles y ella es la mujer que más ocho miles tiene. Ella me vio tan cansado que me dijo: “mira esa es la cima”. En ese momento me puse a llorar porque sabía que llegaría, fue tan emocionante ver la verdadera cima del Broad Peak después de tres horas de esfuerzo continuado y saber que estaba lejos aún. Me puse de pie y salí atrás de ellos, paso a paso, los pies me dolían pero la respiración estaba bien, me sentía fenomenal a 8000 metros . Subía por la famosa arista del Broad Peak y me acercaba, en la cumbre llegaba el primer escalador y el grupo de Al filo de lo imposible. Después Silvio Mondinelli terminaba los catorce ocho miles esta vez, y Gerlinde llegaba a su décimo ocho mil. Carlos después de tres intentos, por fin lo lograba, y a las doce en punto, después de doce horas continuas de esfuerzo llegué yo, me recibió con un abrazo Iván Vallejo. Lloré con Carlos por la emoción de ese momento único en mi vida, mi primer ocho mil, después de tanto drama, después de mis congelaciones y de mis amputaciones y de que nadie daba un centavo porque vuelva a la montaña. Lo logré, los sueños eran posibles para todos los que quieren cumplirlos, los que se esfuerzan y crean milagros en su vida por su puesto sin Dios esto no es posible, él esta ahí, siempre, y yo le pedí mucho por el miedo y las ganas de hacerlo.

No pierdan las esperanzas nunca, luchen hasta el cansancio y hasta que no den más, crean que todo lo que quieren es posible y que a pesar de toda limitación, incluso el no tener dedos, se consiguen cosas que parecen imposibles como subir una de las más altas montañas del mundo, el Broad Peak de 8047 m .

Ahora estoy en Concordia rumbo a otro sueño llamado Gashembrum 2 de 8035 m , mi segunda montaña de ocho mil, preparándome para el K2 de 8611 m para subirlo en el 2009.

Quiero que sepan que no les puedo escribir ni responder porque esta vez no llevo propio teléfono, me lo están alquilando solo para mandar los informes. Pero les digo que les quiero mucho y les agradezco todo su apoyo y ayuda.

Gracias a mis auspiciantes: SALUD y ENERGIZER y a mis colaboradores: MONODEDO, EQUIPOS COTOPAXI, GRYA, RELOJES POLAR., MAMMUT, CALZADOS BOREAL.

Esperemos que este objetivo próximo (el Gashembrum 2) no previsto para este año, salga con todo cariño para mi país.

Las cenizas de mi amigo Colon Falconí descansan a 7100 m en el campo 3 del Broad Peak y el pañuelo de la madre de un amigo de mi novia Claudia, esta también en el campo 3.

Lo prometido es deuda y es bonito cumplir lo que se promete.

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