Sincholagua 4893m, Rumiñahui 4722m, Iliniza Sur 5326 m e Iliniza Norte 5116m.

“El cuarteto perfecto”

Estas cuatro montañas se ubican entre Laso y Machachi, dos están dentro del Parque Nacional Cotopaxi y las otras en las cercanías del Chaupi, pueblito donde está el refugio de Vladimir Gallo llamado “La Llovizna”.

Salimos en el 4×4 desde el Tambopaxi, lugar donde dormimos dentro del Parque a una altura de 3800 m, gracias a la cortesía de este hostal, pudimos descansar bien y madrugar a las 5h00 para subir rumbo a la primera montaña: El Sincholagua, de 4919 m.

El vehiculo 4×4 llegó a 3900 m , por un camino que va por la arista casi hasta la base de la arista de arena y roca del Sincholagua. Hay que pedir permiso a la Emaap, a quien agradezco mucho su colaboración, ya que las puertas estuvieron abiertas para poder atravesar por el camino rumbo a la montaña.

A las 7h30 ya estábamos en lo alto del páramo a 4000 m. Salí muy rápido por la arista y un halcón me acompañaba sobre mi cabeza a apenas ocho metros de distancia. El viento soplaba fuerte y la montaña estaba despejada. En hora y media ya estaba en la base de la pared final, subí por los arenales y las rocas hasta llegar al collado entre las cimas secundaria y principal, por donde tomé a la derecha para llegar muy contento a la pared final que conduce a la cima. Encontré el camino a la derecha para escalar por la parte menos complicada, el último pasito antes de llegar a la cumbre exigió mayor concentración. En la cumbre miraba las paredes verticales de la cara oeste y soñaba con intentarlas.

Bajé hasta el carro y salimos directo al Rumiñahui, una montaña de 4712 m. El carro me llevó hasta 3900 m junto al Machay, cueva que está a la izquierda de la arista que conduce a la canaleta de arena rojiza que llega hasta un collado ya cerca de la cima. Hay que subir junto a las paredes de roca de la cima. Por fin llegué a la famosa “w”, es el camino de cuatro canaletas que conducen a la cima principal.

El “cara de piedra” me acogió con buen tiempo y desde la cima pude ver toda la arista que pasa por las tres cumbres de la montaña.

A las 4 pm estaba almorzando en el Tambopaxi, feliz de haber logrado dos cimas duras en un solo día y en tan corto tiempo, mucho menos de lo normal.

Esa tarde salimos directo a un pueblo llamado El Chaupi, donde está al refugio de Vladimir Gallo. Sólo dormiría cinco horas para salir de nuevo a las dos de la mañana rumbo al refugio de los Ilinizas y subir a la cima de estas dos hermosas montañas: El Iliniza Sur de 5326 m y el Iliniza Norte de 5116 m.

Efectivamente así fue, salimos a las 2 am. Las dos montañas estaban nevadas y la nieve en perfecto estado, subía por las pendientes de mayor inclinación que conducen por la ruta normal para llegar a la cima, imaginaba que estaba subiendo al campo uno del K2 y en una hora ya estaba en la cima disfrutando y esperando que llegue el sol para calentarme.

Llore de emoción en la cima. Fue hermoso estar solo, contemplando el mar de nubes y las otras montañas de este precioso país.

Esperé como 40 minutos en la cumbre hasta que llegue por fin el sol. Estaba listo para bajar y subir al Iliniza norte. Bajé muy rápido gracias a las buenas condiciones de la nieve y llegué a la base del norte.

Me saqué los grampones y comencé a subir por la arista de roca de esta segunda montaña de 5000 metros. Me sentía bien, fuerte y feliz por estar cerca de la cima numero 23 de este ambicioso proyecto Andes Xtremo.

Al llegar a la cima falsa donde esta la cruz de metal me tocaba atravesar unos 100 metros de arista con precipicios a ambos lados y llegar al pico principal.

La neblina me atrapó en este sector y en la cumbre sin visibilidad tomé un par de fotos y comencé a bajar concentrado. El descenso lo hice por el lado del arenal hasta llegar a la base de este. Logré mi cima número 23. Qué alegría. La Hostería La Ciénega me esperaba para por fin descansar en la tarde y la mañana de hoy.

Esta tarde vamos rumbo al Morurco y esperamos que todo salga bien y logré llegar a la cima de este pico que queda en la base de la Cara Sur del Cotopaxi.

Les mando un abrazo y me gustaría que me sigan escribiendo para dar ánimos en estas últimas pero durísimas 12 cumbres finales.