Jueves 09 de Septiembre de 2010, mis queridos amigos…
Les escribo desde Nepal después de un largo viaje desde Madrid, con ocho horas de escala en Dhoja. Llegué el 5 de septiembre a Katmandú. El día 6 fue un día de mucho trabajo, comprar la comida de altura, organizar todo el material, revisar las tiendas, comprar el gas y algunas cosas que faltaban de equipo.
Nos levantaron a las 5 am y partimos rumbo al Cho oyu. Compartiré la cocina del campo base con dos franceses y un argentino.
Ahora les escribo desde el Hostal Kailas en Podari , en la frontera con China. Ayer viajamos desde Katmandú en un bus hacia Zhangmu , pero la carretera está muy destruida por el monzón y los derrumbes son múltiples así que nos quedamos en Podari. Llegamos a las ocho de la noche muy cansados después de 13 horas de viaje, dos traslados en sectores de derrumbe y todos nuestros petates están a 10 kilómetros de este hostal.
Estamos muy contentos y motivados todos, además vamos juntos con otro grupo de España y Argentina donde están dos buenos amigos míos: José Villalta y Alberto San Martín de Zaragoza, con los cuales compartimos muy lindos momentos en el año 2007 en el Broad Peak. Es bueno encontrarse con amigos de años y volver a sentir que aunque no nos veamos seguido pero existe el mismo cariño.
Esperamos llegar al campo base chino el 11 de septiembre. Me toca tener paciencia ya que el grupo viene de poca altura y necesita ir aclimatando poco a poco. El campo base Chino está a 4800 metros y Tingri está a 3700 metros, donde estaremos un día entero.
Me siento muy contento por estar junto a este grupo que de momento está muy unido, motivado y se sienten buenas energías.
Personalmente pienso en el campo base pero no dejo de disfrutar de día en día, siempre pensando positivamente y viviendo un día a la vez. Ahora los sentimientos han regresado fuertes con muchas ganas de subir, de disfrutar sobre todo. Y aunque voy a subir solo, no me siento solo, estoy con amigos y esto es un gran regalo de Dios. Sé que en estas montañas la voluntad de Dios es la que se impone siempre, pero la vida me enseña que la actitud positiva, la buena energía, el estar motivado y dejar las cosas en las manos de Dios, es el mejor resultado para que la cima llegue sin forzar nada.
Les escribiré desde el campo base chino, el 11 de septiembre. Les mando un gran abrazo desde Nepal, un país de gente amable y buenos amigos donde las oportunidades de su pueblo tienen mucho que ver con estas hermosas montañas y su turismo.