Mayo 11 de 2013
Hace 60 años dos hombres se enfrentaron a si mismos y lograron escalar el Everest. Ahora entiendo lo que los pioneros del montañismo sintieron cuando miraron por primera vez desde el campo base al Everest. Personalmente sobrecoge lo inmenso del lugar, lo difícil de la ruta y se siente como si todo fuera nuevo. En el campo base hay como 1500 personas, de las cuales 500 quieren lograr la cima, casi todos suben con oxigeno. Los que vamos a intentar subir sin oxigeno, mas o menos
7 personas, nos enfrentamos a ésta masificación de gente y comercialización salvaje de la montaña. Y debemos plantearnos una estrategia nueva.
Para mí, la única forma de conseguir la cumbre será tal vez intentando subir un día después de todas las expediciones comerciales. Lo que nos hace depender totalmente del clima para lograr nuestro objetivo. Mi trabajo ahora es entregar a Dios los resultados y confiar totalmente que este regalo se va a dar. Estoy tratando de practicar un montañismo lo más puro que puedo hacerlo, sobre todo por mi condición, así que he tomado la decisión de subir a la cumbre acompañado de dos sherpas, ellos suben con oxigeno.
El 8 de mayo nos encontramos con Claudia en kathmandú y el 9 tomamos un helicóptero directamente al campo base del Everest. Fue maravilloso llegar con ella acá, ya que es un sitio muy especial, tiene energías muy puras y ya hemos pasado dos noches en campo base. Han sido noches de aclimatación pues llegamos directamente a vivir a los 5300 metros de altura. Condiciones nada fáciles y estamos viviendo sobre el glaciar del Kumbu rodeado de hermosas montañas y paisajes fantásticos pero por ende un frío que penetra los huesos. Me siento muy tranquilo al estar con ella, es más bonito estar en su compañía que estar solo.
Es una bendición poder estar acá con ella. Ahora sólo resta esperar que venga la ventana de buen tiempo para empezar a subir. Ya les estaremos informando.