15 de julio de 2016
Mientras exista el amor todo estará bien
Me levanto a las 3 de la madrugada con un dolor en el pie, quedamos en desayunar con mi sherpa Pemba quien no se ha levantado aún. Prendo la linterna y enfoco al punto del dolor, aplasto y sale pus, una gota. Mi mente piensa muchas cosas y mientras pienso existo.
Quién soy, por qué pasa esto, no quiero ir así arriba y demás.
Le comento a Claudia y me dice que no sabe, dejo pasar un rato las cosas y un impulso interno me dice que la montaña me dirá que lo intente. Ya estoy tomando tres días antibióticos y estoy mejor que ayer pienso. Creo que la razón por la que estamos aquí es para aprender de estas situaciones con la mejor disposición de amor y no entrar en el juego de la mente que pretende colmar de angustia, miedo, depresión, etc.
Un día me dijo Claudia que el dolor está en el cuerpo pero la mente crea el sufrimiento, que sentir y experimentar el dolor está bien. Esto me ayudo.
Ahora salía rumbo al campamento 2 a 1700 metros de desnivel y a 6700 metros de altura, para pasar mi tercera noche y a día seguido subir a 7300 metros para terminar el proceso de aclimatación.
Hoy es un lindo día, el sol brilla, caminamos por el glaciar, camino al inicio de la ruta, voy con zapatos de tenis, para cuidar mis pies, llegamos rápido al inicio de la ruta y nos vestimos: casco arnés, crampones, botas, mochilas, etc. La primera parte de la ruta es una pendiente de nieve que sube hasta toparse con pequeños resaltes de roca, donde hay que trepar y tener cuidado por la caída de piedras, es una rampa interminable de tres horas y media, hasta que se alcanza el campamento uno.
Una pequeña terraza para 13 tiendas. Bebemos algo, comemos una manzana y seguimos rumbo al campo 2, las cuerdas indican el camino, que es en partes vertical, expuesto y rocoso, hasta llegar a la chimenea house debajo del campo dos. Este pasaje tiene 40 metros de escalada que culminan en la pendiente final para llegar al campamento 2. Busco a mi grupo y entro en la tienda para cambiarme las botas y medias húmedas después de nueve horas de esfuerzo, mi pie está bien gracias a dios.
El espíritu te impulsa a hacer lo que amas, la mente dependiendo de cómo la uses te impulsa a fracasar o tener éxito. La noche es un poco mala con dolor de cabeza, pero pasa. En la mañana a vestirse, alistarse, preparar la mochila, desayunar un té, con galletas y llenar los termos.
Salimos para arriba a las 7 de la mañana.
Subimos por las cuerdas camino a cruzar el pasaje más famoso de esta escalada: la pirámide negra de 600 metros de escalada en roca muy verticales, que sin estas cuerdas serían muy difíciles de cruzar. Lo hacemos asegurados, como todos los montañistas y le damos el crédito a los Sherpas que colocaron este año las cuerdas en el K2.Avanzamos paso a paso y ya se siente la altura, la pendiente no acaba nunca, pasaje tras pasaje de roca, lleno de recovecos y lugares que conducen a un sueño, el campo tres.
Veo al fondo como las nubes soplan arriba de la pirámide y creo que es la pendiente final del campo tres, estamos alto pero no lo suficiente, pregunto cuánto falta y aún falta una hora. Llevamos siete horas en esta tarea de subir y subir hacia el cielo, hacia el infinito, hacia lo desconocido, el viento sopla y el frio se siente mucho esta vez, no llevo el traje de plumas sino que la ropa de montaña para 7000 sin viento, pero esta vez es diferente, hay viento. Pasamos la ultima rampa de hielo vertical, un par de grietas y ahí está el campo tres, hemos llegado, es la imagen desde aquí que piensas que es la cima del K2 desde el campo tres pero no, es solamente el campo 4.
Preparamos las carpas, estamos en ellas después de varias horas de espera y por fin a cambiarse el cazado y las medias. Esta noche es calma pero peligrosa, dormimos 15 tiendas al lado de la pendiente que puede barrer una avalancha en este campamento, queda solamente rezar para pasar la noche, a la mañana siguiente todo es alegría y todos se alistan para bajar, son 2300 metros de desnivel rapelando por cuerdas de 50 metros, que son 46 rapeles largos que toman 8 largas horas para llegar al campo base con las 2 horas de caminata desde el ABC.
He salido de mi miedo, lo he dado todo, lo intenté, resultó y superé mis temores. Solamente me atreví, tuve fe y amor por lo que hacía. Creo que más que un diario, este es un mensaje para los lectores para poder enfrentar sus miedos, superarlos lanzándonos al vacío, sin esperar un resultado de la mente sino del corazón y poner el mayor amor en lo que hacemos, sin estar tristes ni enojados por lo que estamos viviendo.
Ahora estamos en el campo base, esperando el buen clima, tenemos en el informe meteorológico que desde el 15 al 20 habrá mal clima, es un bonito momento para descansar.
Mi pie esta perfecto, se curó con la subida, algo ilógico pero pasó.
Nieve, nieve y más nieve, parece que el mal tiempo entró al Karakorum. Ya pasará. Hacemos muchas cosas, estar en la carpa y escuchar música, leer, meditar, escribir, estudiar y hablar.
Gracias a todos por estar junto a nosotros, les contaremos cuando salimos para arriba al intento de cima. Ya estamos listos, han sido siete días de trekking, 16 días en campo base y de ellos cinco días en altura.
Felices días a todos.
Un fuerte abrazo a todos.
Gracias a mis patrocinadores:
Ministerio de Turismo All You Need Is Ecuador, Salud S.A. y Chevrolet
Y la colaboración de:
Ministerio del Deporte, ECTV, General Tire, Axxis sport, Petlz, Flow Hot Yoga, Energizer, Romp, Iridium Blue, Kamex, Motor Sport, Dr. Marcelo Costales clínica dental