Queridos amigos,
Les saludo desde el Nanga Parbat. Hay muchas emociones encontradas, estamos viviendo una expedición con mucha fluidez hacia lo que es el dejar que sea la montaña la que ponga las reglas y no forzar y el poder trabajar y cooperar como equipo. Aquí en Pakistán siempre tenían la idea que los sherpas estaban viniendo acá y hacían el trabajo de fijar las cuerdas, hasta que un Pakistaní, nésta vez, ha traido a un grupo de siete pakistaníes para hacer este trabajo desde el campo uno al campo dos.
Sólo había el problema por resolverse de quien portaría la cuerda. Hay un grupo de italianos muy expertos y casi todos han traído cuerda para ponerla en el muro que nos lleva al campo dos. El problema era quién transportaría tanta cuerda hasta allá. Entonces entre todos nos pusimos de acuerdo y con los que hemos contratado porteadores aportamos para hacer equipo y que lleven la cuerda hasta campo uno para empezar a fijarla y se logró que fijen toda esta pared.
Para subir al campo dos de ésta montaña hay que escalar mil metros de pared, donde lo más fácil es una parte de 45 grados en nieve dura y hay pasajes con hielo y hay un muro al final vertical de roca llamado el Muro Kinshofer.
Esta montaña tiene 4000 metros de desnivel entre campo base y la cumbre que es de 8126 metros de altura y se montan cuatro campamentos de altura. La aclimatación que se puede hacer aquí es hasta 6700 metros o 6900 metros durmiendo una o dos noches dependiendo del clima, para después bajar al campo base.
Esta vez hemos llegado en buena fecha a la montaña y ya logramos dormir una noche en el campo dos y vamos después de unos días a hacer una siguiente rotación esperando poder dormir en el campo tres alto.
En el campo base tenemos una buena convivencia, muy agradable. Dentro del grupo con el cual comparto estamos tres sudamericanos: un argentino que es Juan Pablo Toro, un boliviano que se llama Hugo Ayaviri y mi persona de Ecuador. He hecho muy buena amistad con ellos dos y hemos subido juntos hasta campo dos. Ha sido muy agradable.
Me siento bien, mis pies están bien, las prótesis van funcionando bien. Siento que hemos avanzado bastante para el tiempo que llevamos acá. Les mando un gran abrazo. Gracias siempre por sus comentarios de apoyo. No es nada fácil subir con tanto peso ésta montaña y más para mis pies que son menos de la mitad de un pie normal y que en cada uno llevo una prótesis de kilo y medio.
Gracias a mis auspiciantes Saludsa Vitality y BGR del Ecuador.
Gracias a mi esposa que me está apoyando como siempre.
Gracias a mis padres por su apoyo y cariño.
Un abrazo a todos.
Sigan enviando su linda energía.
Gracias