Amigos queridos del mundo,

Les narro lo sucedido en los días de ataque de cumbre:
El 02 de junio con un clima muy frio y despejado finalmente salimos a las 10 pm desde el campo 3 a 6800 metros. Era un horario tarde para los que ibamos sin oxígeno, más la mayoría que subía con oxigeno y todos los sherpas decidieron ese horario ya que van con más capacidad y velocidad. Nosotros iríamos detrás de varios de ellos.

Después de 12 horas de ascención desde el C3, eran las 10 am y ascendía la pirámide cimera. La jornada era larguísima y difícil porque el tramo final es una especie de varias lomas que engañan una y otra y otra vez haciendo pensar que estás llegando a la cima.

A las 14h00 me crucé con Nirma Puya que ya bajaba de la cumbre, estabamos a mas o menos 8000 metros de altura y me dice que faltan como 3 horas para llegar, que es tarde y que sería bueno que me de la vuelta.

Sus palabras me hicieron pararme a pensar, hice cuentas de horarios. Si me estaba tomando 20 horas para subir el Nanga Parbat desde C3, me tomaría unas 10 horas vovler a bajar al C3, eso quería decir que llegaría a las 2 am, con fríos extremos y muy posiblemente al limite de mis capacidades. Llevaba 16 horas subiendo, subiendo y subiendo. Mi cuerpo estaba cansado así que tenía que decidir si seguir o darme la vuelta y bajar.

Y hice lo que en una montaña de ocho mil metros se debe hacer, BAJAR POR MI VIDA! En la noche haría 30 bajo cero y muy posiblemente podría sufrir congelaciones. Sin duda alguna una de las desiciones más duras de mi vida. Tengo mis pies amputados en la mitad, uso prótesis, además subo sin oxígeno suplementario, llevo escalando 1200 metros de desnivel sin parar. Definitivamente mi vida era mi prioridad. Así que la decisión fue darme la vuelta, agradecer a la montaña y bajar.

Ha sido una expedición fantástica, hermosa. Una montaña de las más duras de 8000 metros. Estuve 3 veces en C2 a 6000 metros, 2 veces en C3 a 6800 metros y aclimaté muy bien. El clima fue bueno pero finalmente el horario desde el C3 fue muy largo.

No ha sido fácil despedirme de esta cumbre que estaba tan cerca. Ver que muchos suben y yo no, no se digiere tan fácil. Sin embargo, sé que los aprendizajes y experiencias de vida no se pueden comparar con nadie. Yo no tengo los pies completos como los demás y eso si afecta. Di todo lo mejor de mi. Por eso hoy por hoy puedo aceptar más facilmente este tipo de situaciones, ya que cuando uno sabe que lo dio todo, que se entrenó tanto, el alma se siente tranquila y en paz. Regresaré a casa feliz del deber cumplido que no sólo es regalarles una foto en la cumbre, sino inspirarlos para que vayan detrás de lo que sueñan, de aquello que los mueve a ser mejores. A la final, este es mi motivo de las expediciones. Quiero agradecerles infinitamente por todo su apoyo.

Gracias a mis patrocinadores Saludsa Vitality y BGR del Ecuador

Gracias a mis padres por su apoyo y cariño.
Un abrazo a todos.
Sigan enviando su linda energía.
Gracias

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