18 de julio de 2024
Queridos amigos del Ecuador y del mundo,
Como muchos ya saben, recientemente logré mi noveno ochomil, la cumbre del Nanga Parbat, la montaña desnuda de 8126 metros de altura en los Himalayas, Pakistán. Y ahora quiero contarte un poco lo que significa este logro para mí.
Esta cumbre tiene una historia de siete años para concretarse. Comienza en el año 2017 cuando después de mi último 8000 sin oxígeno en Nepal, al regresar a mi país y hacerme chequeos médicos, me descubren un foramen oval, es un huequito en el corazón de nacimiento y que por esa razón, ya me estaba empezando a mostrar situaciones en mi cuerpo. Aún así lo médicos no se explican cómo lograba llegar de esta forma a tan altas altitudes. Así que ya sabía que tenía que hacerme un procedimiento quirurgico.
En el 2018, uno de los auspiciantes que tenía antes, decide bajar el monto del auspicio y aunque tenía otro auspiciante, no alcanzaba a cubrir ni la mitad de un proyecto tan grande como es entrenarse e ir a los Himalayas, así que ese año decido hacer un proyecto que fue toda una bendición llamado “6000 en 24”, consistía en hacer un nuevo récord saliendo desde Babahoyo, una ciudad que está a 8 metros sobre el nivel del mar, en bicicleta y llegar hasta el refugio del Chimborazo y luego subir caminando a la cumbre, todo en máximo 24 horas. Y fue todo un éxito. A la gente le encantó y a mi también. Mientras pedaleaba soñaba en los Himalayas. La vida me decía, aún no, hay que esperar.
Luego en el 2019 ya que no conseguí más auspiciantes, decido que ese año sea el procedimiento quirurgico, lo realizaron en el seguro social y acá viene el problema, salió mal. Para no contarles toda la historia, seguro lo haré alguna vez en alguna conferencia, gracias a la protección Divina y porque no era mi hora de irme, me atendieron rapidamente y me salvé.
Todo el 2019 fue uno de los años más duros fisicamente y emocionalmente. Pasé en cama varios meses hasta que encontramos a uno de los mejores médicos en Colombia que hacía estos procedimientos y con la ayuda de mi auspiciante Saludsa pude ir. En ésta ocasión todo salió muy bien. Me fui recuperando rápidamente y despejando el trauma que habia quedado.
En el 2020 pues ya todos conocen la historia mundial, pandemia, todos en casa, sin nada más que decir y yo pensando cuándo volvería a mis sagradas montañas.
El 2021 regresé a las expediciones subiendo al pico Lenin en Kirguistán. Una cumbre hermosa de 7000 metros de altura, nunca había estado en ella.
El 2022 pues con mucha ilusión viajé a Pakistán para subir el K2, por fin volvía a los Himalayas, pero tuve una expedición muy compleja, con algunas problemáticas tan raras que noté y confirmé algo (ajeno a mi voluntad y que no sé si alguna vez lo cuente, no creo que sea necesario) y no se consiguió la cumbre.
El 2023 volví a Pakistán de nuevo pero ahora era para subir el Nanga Parbat. No había conocido esta montaña antes, es de 8126 m de altura y me di la vuelta a 100 metros de la cumbre porque tenía un problema con mis pies y estaba débil. Sin embargo fue una expedición muy bonita.
Como verán han sido seis años y al año número siete, consigo la cima de mi noveno 8000. Créame lo que han sido siete años de una intensa constancia que a veces me hacía dudar, pero apesar de estos reverses seguía adelante. La mente me decía cientos de cosas, el corazón una vez más fue mi brújula.
Este año celebro mi vida, celebro la cumbre que representa el esfuerzo de recorrer las montañas más importantes de mi vida, las que están en mi interior.
Aún el corazón me decía que lo haga, y por eso seguí adelante. Puede que más adelante me diga ya no más y también le haré caso. Todavía amo este trabajo, todavía amo subir montañas en los Himalayas. Veremos más adelante si aún quiero o no. No es importante demostrar nada a nadie. No es importante que entiendan o no este deporte, este oficio. Lo que hoy puedo decirte es que sólo tú conoces la respuesta, da miedo, hay muchas voces en la cabeza y alrededor que dicen muchas cosas pero sigue adelante, sigue tu llamado. La vida no te puede dar garantías, ¿para qué vivir con tanto miedo?
En esta expedición tuve que desarrollar aún más la paciencia, pues el clima no nos ayudaba. Y aunque en los días que decidimos subir a cumbre nos daba el parte meterológico que había muchísimo viento, yo me arrodillé todos los días y le pedí a Dios que me ayude y que me baje el viento. Y estando en el campo tres, recibí las noticia del meteorólogo que el viento bajaba a 30-35 km y que a las 9 am se ponía a 40-45, pero que pues era soportable si estabamos fuertes. Y así nos la jugamos. Así subí. En la cumbre efectivamente el viento aumentó, fue un huracán, tan duro que solo pudimos tomarnos las fotos y agradecer. Ni si quiera pude llamar a mi esposa a contarle. Fue una cosa titánica esta escalada.
Así pues quiero agradecer a Dios, al apoyo de la gente, a mis padres y a las empresas que confian en este proyecto: Saludsa Vitality, BGR del Ecuador y Kailas
Esta cumbre representa siete años de trabajo constante y de muchas aprendizajes.
También quiero agradecer a mi esposa, mi mayor apoyo, mi soporte y pues para ella no debe de ser nada fácil que yo venga a subir estas montañas tan enormes y riesgosas.
Para nosotros dos, como pareja, es primordial el trabajo de crecimiento interior, estar juntos y apoyarnos, comprendernos, tener paciencia el uno con el otro y estar siempre tomados de la mano de Dios.
En esta expedición he sentido muchísimo la ayuda de Dios. Hay una presencia Divina adentro y fuera de nosotros que nos guia y cuida, pero a veces no la sentimos y dudamos por la interferencia de la mente, esa Divinidad nos habla con el corazón.
Ahora amo mis pies, aunque no lo crean, se han convertido en un símbolo en el Himalaya ya que nadie más de los que escalan estas grandes montañas tiene los pies cortados.
Para ya finalizar, les quiero decir que nunca dejen de creer en si mismos aunque otros dejen de creer en ti, que siempre se apoyen en Dios y que amen a sus seres queridos.
Les contaré más detalles cuando regrese a Ecuador, ya casi nos vemos.
Estoy muy pero muy feliz.
Una vez más gracias a mis auspiciantes:
Saludsa Vitality
BGR del Ecuador
Kailas
Gracias Dios por tantos regalos y bendiciones. Asi es.