Abril del 2021
Después de tres largos años en los que la vida me ha demostrado protección divina y me ha enviado mensajes para entender que ésta expedición es una oportunidad que Dios me da para enviar un mensaje de superación y resiliencia a todos.
El 2019 fue el año de la revelación, ya que descubrieron un foramen oval abierto en mi corazón que tenía desde que nací y que debía cerrarlo por mi bienestar. Esta noticia a más de preocuparme me hizo tomar acción de inmediato y operarme lo antes posible.
Un primer intento fallido en el hospital público donde las cosas no salieron bien, pero gracias al cariño y apoyo de Saludsa Vitality me pude operar en Shaio Colombia con el Dr. Ignacio Calderón y pude solucionar este problema y recuperarme al 100%.
El año 2020 planeaba un viaje al K2 para su tercer intento y definitiva culminación de un proyecto que ha costado muchos años y mucho esfuerzo en todo sentido y vino la pandemia, estuvimos encerrados por varios meses y sin posibilidad de entrenar ni viajar. Movido como todos por esto pero sabiendo en mi corazón que algo más grande se estaba gestionando.
Este proyecto comenzó como un gran sueño, cuando debía operarme los pies en el 2006 para recuperarlos por el fuerte dolor que sufría por cuatro largos años y que no me dejaba hacer casi nada. Por eso en el 2006 hicimos el proyecto Pedaleando por un sueño y en el 2007 con mi primer prototipo de prótesis intenté mi primer 8000 el Broad Peak y logré la cima 8047 metros sin usar oxígeno, algo que parecía imposible.
En el 2009 estaba a los pies del K2 hicimos tres intentos y alcanzamos los 8350 metros y el K2 nos dijo que no, pero nos permitió salir vivos y sanos. Esta lección me tomó mucho tiempo asimilarla y transformarla en un nuevo sueño, llamado 14×8000 ECUADOR EN TODO LO ALTO.
Después de subir 7×8000 me enfrenté al K2 en el 2016 de nuevo, estaba convencido que alcanzaríamos la cima, por el equipo, la logística y la cantidad de personas en el CB. Y ese año una avalancha tapó todo el campo 3 a 7300 y tuvimos que retirarnos sin la cima.
Entonces, ¿por qué ahora justamente volver al K2 8611 metros? y es esta la respuesta: nace de mi corazón, no tengo un análisis mental ni calculado, simplemente lo siento, tengo ganas de hacer mi tercer intento y ver qué pasa, no voy con expectativas, más bien voy con mucha fe en Dios y dejo que él sea el que me lleve de la mano, ahora me dan ganas de intentar esta montaña y enfrentarme a mis miedos. Mi miedo más grande de fracasar, de no lograrlo, de no estar lo suficientemente preparado, entrenado, sin embargo este miedo me mantiene vivo, alerta y humilde, sé que amo la montaña pero también sé que alcanzar el campo base ya en mi caso es un milagro, con mis pies amputados y este esfuerzo que hago vale la pena para llevar un mensaje a todos los que se enfrentan a sus miedos, decirles que no importa el qué dirán los demás, que sean libres de poder volar sin dejar de soñar. La fe es el gran secreto para vencer el miedo y DIOS es mi guía y me protegerá, no tengo que demostrarle nada a nadie, solo mi corazón quiere volver a esta montaña y me ha dado el tiempo para prepararlo bien, con calma, con tiempo y con muchas ganas. Hoy regreso al K2 para poder disfrutar, ser feliz, amar lo que hago y estar agradecido, bendecir a DIOS y darlo todo, hasta donde me dejen mis pies, mi cuerpo y la montaña.
Gracias por su incondicional apoyo
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@bgr_ecuador
VA POR TI MI ECUADOR, TODO ES POSIBLE SI LUCHAN POR SUS SUEÑOS Y LE ENTREGAN A DIOS. Sigan mis redes sociales donde enviaré mensajes desde allá y el diario de expedición através de la web. ¡Gracias!