Viernes 23 de julio de 2009

Sigo esperando. Santi sigue en el campo dos, aún no han podido subir más porque el viento está muy fuerte. Se supone que hoy era día de buen tiempo pero no ha sido así. Me llamó hace un rato y estaba un poco triste, con ganas de llorar. Le animé bastante. Le dije que lo apoyaba en cualquier decisión. De todas formas la montaña siempre va a estar aquí. No hay por qué desesperarse.

Ahora están esperando que baje un poco el viento para ver si más tarde suben al campo tres. Quieren intentarlo pues las condiciones en otros días serían igual o peor.

Sólo le pido a Dios que le ayude a tomar el camino correcto.

No es fácil para mí estar en campo base esperando, pensando. Sólo sé que debo confiar. Hay muchos seres que nos protegen y nos guían. Y así será…

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