Lunes 19 de Abril de 2010
Un abrazo a todo mi lindo país desde el Annapurna.
Les cuento que la jornada hasta el campo 1 comienza por un camino muy marcado que gana altura hasta un plato donde está “el memorial a los caídos en el Annapurna”. Después hay que seguir rodeando el plato de tierra y hasta que nos topamos con una cuerda fija que indicaba por donde era la ruta.
Esta cuerda bajaba 100 metros hasta un glaciar descompuesto que hay que cruzar hasta ubicarnos en las lozas de roca para comenzar a subir para finalmente llegar a 5000 metros al campo 1. La jornada de las lajas fue muy bonita y segura. Algunos pasos de escalada y otros caminando pero en fuerte pendiente. Comimos y Fran decide regresarse pues le falta aclimatación. Yo decido ir junto al Sherpa Pema hasta el campo 2 y luego subir al campo 3 para dejar instalada una carpa.
Nos tocó cruzar un campo nevado que a cada paso nos hundíamos o caíamos en las venditas grietas. Mi sherpa se iba cansando a cada paso hasta que finalmente le veo al pobre hundido en la grieta peleando con la nieve. Por curiosidad le pregunto que llevaba en la mochila y me responde que dos tiendas y mucha comida, en este momento entiendo que hay algo de más, así que cogí la mitad de su carga y me convierto en un “mini sherpa” llevando la cuerda, la tienda, mi equipo y algo de comida. Así subía, cargado, pero muy motivado.
Cuando llegamos al campo 2 estaba ya instalada Miss HO, la coreana que termina los 14 ocho miles con esta montaña y Edurne, la española, quien ayer bajó de la cima del Annapurna sumando 13 ocho miles, ¡qué carrera de ambas honorables damas!
Me puse inmediatamente ha hacer la plataforma de nieve para montar la tienda y unos sherpas de la coreana me ayudaron a armar la tienda. Después fijarla al piso helado. Luego meter los equipos de supervivencia para el frío y la alimentación. Después hacer la cocina (que es un hueco en el hielo) y luego ponerse a derretir nieve. Hice todo esto y aun no llegaba mi sherpa, al que ya comenzaba a preocuparme su estado de cansancio.
Uno de los Sherpas de Miss Ho bajó a ayudarlo con la mochila, finalmente llegó pero muy cansado. Para esto ya era las 6 de la tarde y metidos dentro del saco de dormir con mucho frío, trataba de dormir y no dejaba de pensar en la jornada que me esperaba solo hasta el campo 3 a 6550 metros porque para esto, mi Sherpa se enfermó y vomitó.
Llegaron las 5h30 y me desperté. Me sentía sin energía, ya me conozco y cuando no tengo ganas ni de cocinar es que no estoy bien, y decidí con mucha pena bajar al campo base. Fijamos la tienda, desayunamos, nos vestimos y con pena nos pusimos en marcha, ya estaban montados campo uno y dos pero el tres nos faltó.
Al bajar me di cuenta de mi debilidad, ya que desde el campo 1 me demoré seis horas en bajar al campo base e inmediatamente me hice ver por los médicos del campo base, quienes me dijeron que me falta aclimatar más.
Ahora les comento que los otros grupos salen a la cima el día 22 o 23 para hacer cumbre el 25 o 26. Nosotros no vamos hasta la cima con ellos, solamente a dormir en el campo tres, a 6550 metros y después bajar. Pero no estoy solo, esta mi Sherpa Pema, el Italiano Fran con quien congeniamos bien y es un buena persona y acaba de llegar mientras escribo, un Japonés con seis sherpas, además faltan dos grupos más, así que nuestra cima será para después, en la siguiente ventana de buen tiempo.
Quiero agradecer a mis auspiciantes: Salud S.A., Chevrolet, Coca Cola viviendo positivamente y el Ministerio del Deporte. Pues son ellos quienes me permiten estar acá. De verdad, muchas gracias.
También quiero mandar saludos a mi mujer Claudia, a quien extraño más de lo soportable y solamente escribiendo estas líneas me pongo a llorar al recordarla. A mi madre de quien me siento orgulloso y feliz de que este bien y alto como el Annapurna. A mi padre a quien adoro y ojala podamos viajar después de estas expediciones juntos a las montañas de Ecuador. A mi hermano que quiero tanto. A mis amigos que siempre me apoyan. Y a todos ustedes, lindo país y amigos de afuera, gente que nos sigue y nos manda apoyo, que lindos que son, y a los que no conozco y se dan el tiempo de escribir.
Finalmente quiero contarles que las dimensiones que hay en estas montañas son algo que para entenderlo hay que estar aquí.
El camino a la cima es un trabajo muy pero muy largo, de mucho esfuerzo físico. El proceso de aclimatación cuesta mucho hacerlo, porque en el Annapurna por ejemplo, no quieres pasar muchas veces camino al campo 3 por donde caen las avalanchas, pero esta vez nos toca repetirnos el camino para poder lograr la cima. Sin embargo, son estas luchas las que ayudan a entender qué es lo que busco como ser humano y entiendo que subir a estas montañas es un proceso de aprendizaje muy duro pero bonito, en el que entrar es maravilloso porque en la cima esta la energía que es el tesoro intocable, que solamente lo reciben quienes lo merecen. Es un proceso de de purificación, de entrega, perdón, enfrentarse a los miedos, tenerlos, sufrir dolores, querer huir, etc.Son muchas las cosas que tengo ahora en la cabeza, acá me sensibilizo mas de lo que ya soy normalmente.
Les mando un abrazo desde este paraíso llamado Annapurna.