Nosotros no somos nada comparado con la grandeza del Universo
¡CUMBRE! ¡CUMBRE! Si, hice la cumbre pero gracias al infinito Amor del Universo, de lo contrario ni siquiera existiríamos….
Lo logramos. Ayer a las 11:30 am coronamos esta dificilísima montaña de 8027 metros y el regalo más grande del Universo es que nos permitió llegar a la cumbre principal, una de las llaves del Himalaya, en el eslam por los 14 ochomiles.
Solo tengo palabras de gratitud para todos los que apoyan este proyecto y aman las montañas.
Gracias SHISHAPANGMA, gracias DIOS, gracias amor Clau, gracias familia toda, amigos y seguidores.
Gracias auspiciantes MINISTERIO DEL DEPORTE, CHEVROLET y SALUD S.A.
Gracias colaboradores: Adidas, DHL, Kamex, MundoMac.
Gracias a mis amigos los medios de comunicación.
Gracias Dawa Sherpa. Gracias Mingma Sherpa.
Resumen de la escalada:
Salimos a la 1h10 de la mañana, del campo 3 a 7100 metros teníamos 927 metros de desnivel en terreno desconocido y difícil.
La primera parte es un gran canal tapizado por vetas de hielo azul y de 300 metros de desnivel. Cruzamos muy rápido este tramo sin cuerdas de seguridad y cada uno con su concentración al 100%. A las 4h10 llegamos al lugar verdadero del campo 3 a 7400 metros.
Junto a un sherpa quien fue mi compañero en esta aventura esperamos en este punto al resto del grupo: Tunch, Alex, Dawa Sherpa y Lama Sherpa (todos de diferentes países).
El frio era penetrante y calaba ondo, sobretodo en las manos. Desde este lugar se hace una gran travesía para después encaramarse al collado donde se puede por fin ver la cima. El gran problema son las enormes grietas que hay que atravesar. Solo llevamos 200 metros de cuerda para fijar en la grieta o en la cima que es la parte técnica, así que decidimos hacerlo en la grieta, y la fijó Mingma. Para esto ya nos cogió el amanecer en este lugar y se fueron agrupando otros escaladores que subían y eramos en total 10 escaladores. Después de cuzar la grieta del final de la travesía, hay que subir por una gran pendiente muy empinada que termina en otra pendiente interminable desde donde al final en la arista del collado se puede ver la cima por fin, el problema que tenñiamos era el viento de 60 a 70 kilómetros por hora, nos tumbaba en este lugar y era imposible poder subir.
Mis gritos a los espíritius del viento y mis mantras de dos noches no daban efecto a la furia de este elemento. Dawa Sherpa quien terminaba con el Shisha los 14×8000 estaba esperando y avanzando de tres en tres pasos pero el viento nos tumbaba.
En un momento me acerco a Dawa y le digo: ¿qué hacemos? y me dice que si tengo cuerda para encordarnos, y con algo que teníamos nos atamos y subimos juntos a la cima.
Fueron hermosos esos metros finales aéreos por una afilada arista, encaramados como en un caballo buscando la gloria espiritual de la cima. Al llegar justo debajo de la cima que es un pequeño lugar donde subes a un altar sagrado desde donde miras el universo y todo está a tus pies, la sensación es espectacular y solo dan ganas de llorar por la hermosura de este momento, de este lugar, justo ahora lo estoy haciendo de solo recordar aquel mágico momento. Gracias amor. Al llegar saqué mi teléfono satelital y llamé a compartir con mi amada esposa quien estaba entre dormida y despierta esperando mi llamada.
Imagino su angustia de aquella noche,su incertidumbre hasta que suene el teléfono. Contestó y oyó mis palabras, su voz sonaba feliz y tranquila. Para mí es un ritual llamarle porque el triunfo es de ambos. Gracias amor mio por todo y siempre me cuidaré para seguir juntos hasta viejitos como te lo prometí.
Un abrazo a todos y seguimos rumbo al Everest sin Oxígeno.
Por ahora a recuperarme. Abrazos a todos.