Diario de expedición #5

Queridos amigos del Ecuador y del mundo. Como están, les mando un fuerte abrazo desde el Manaslu. Les cuento todo lo que ha pasado en estos ocho días desde que terminé el proceso de aclimatación a la altura. Después de bajar del campo 2 con mucha nieve en la montaña llegué al campo base feliz del rendimiento que tuve. La última vez que estuve en un ocho mil fue hace dos años y extrañaba bastante estas montañas. Me he sentido muy feliz y agradecido de estar acá nuevamente. Estos días han pasado lentos.

La mayoría de los montañistas hemos estado a la expectativa del clima y de cuándo viene la ventana de buen tiempo. Recibimos muchas noticias del clima desde distintas partes del mundo. Los reportes meteorológicos son varios y a veces nos han confundido sin saber qué hacer.

Mientras llegan las buenas nuevas me he dedicado a varias actividades como hacer algunas entrevistas a personas que han sido bien interesantes de compartir esta experiencia. Tomar fotos para mis auspiciantes, hacer llamadas a los medios de Ecuador, hablar de las diferentes montañas del mundo, lavar la ropa, ordenar la carpa, limpiar el equipo, comer bien, leer, ejercicios de interiorización y respiración, jugar cartas con mi esposa, hablar con ella y reírnos de muchas cosas, han formado parte de toda esta jornada de espera sobre rocas a los 4800 metros. Ayer fui con Claudia hasta el glaciar del Manaslu para caminar un poco. Ella estaba encantada de estar ahí, dice que es un lugar mágico. Fue un día muy bonito.

La vida nos trae siempre experiencias diferentes en cada expedición, diferentes personalidades y diferentes situaciones. Y eso es grandioso. Nos hace crecer sobretodo si nos damos cuenta de esto.
Gracias a todos por seguirnos. Por apoyar estos proyectos y gracias a la vida y a Dios por permitirme seguir mis sueños.

Gracias al auspicio de Chevrolet, Salud S.A., General Tire, Ministerio del Deporte.

Y gracias a la colaboración de Supermaxi, Adidas, Condor, Romp, Kamex y Motorsport.

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