“La Diosa Turquesa”

El Cho Oyu (8201 mts.), “La Diosa Turquesa”, llamada así por el color azulado que reflejan sus hielos al atardecer, es la sexta cumbre más alta del mundo. Esta situado en la zona de Mahalangur Himal, Nepal-Tibet. Se encuentra relativamente aislado pese a su cercanía con el hermano mayor de los ochomiles, el Everest. Para acceder a su base se ha de atravesar las altas tierras desérticas del plateau tibetano, y cruzar el Nangpa-La pass, collado desde el que se divisa el campo base de la cara norte de esta mole de hielo y roca, el cual se encuentra a una altitud de unos 5400 mts., en medio del glaciar Gyabrag.

Esta montaña no recibe visitas hasta la apertura de las fronteras de Nepal en el año 1949. Tres años después, surge una expedición de reconocimiento que únicamente alcanza la altitud de 6100 mts. Es en el año 1954 cuando una ligera expedición privada austríaca, dirigida por Herbert Tichy, alcanza la cumbre.

Ya sea por la falta de oxígeno, el gran desgaste físico o el viento helado que se introduce en los pulmones para agarrotarlos; subir a un ochomil de estas características es una tarea propia de un equipo unido y experimentado.

Situación
Dentro de la cordillera del Himalaya, el Cho Oyu se encuentra en la zona más oriental. Es ésta la zona más montañosa del mundo, en ella se encuentran buena parte de los catorce ochomiles del mundo.

El Himalaya ha ejercido siempre una poderosa atracción sobre los hombres, bien porque sus poderosas cimas les atraen hasta el punto de considerarlas diosas, bien porque suponen un auténtico reto en plano deportivo y aventurero.

De todas formas estas montañas constituyen un universo desconocido hasta épocas recientes, a las que se rodeaba de un halo de misterio y leyenda, parte del cual aún persiste en nuestros días.

El Himalaya, “morada de las nieves perpetuas”, tiene una longitud de 2.400 Km. Por 300 Km. De ancho, que se extiende a lo largo de las naciones de India (en su parte norte), Nepal, Tíbet (hoy anexionado a China) y Pakistán.

Ruta de ascensión
Desde la vertiente tibetana, cara norte, el equipo expedicionario se lanzará hacia la cumbre.

Partiendo del campo base, a una altitud de 4.800 m., se coloca el campo base avanzado, 5.400 m., para a partir de éste comenzar con las dificultades de la ruta. Tras abastecer el primer campo de altura (6.300 m.) de comida y material, se asciende hacia el campo 2 (7.100 m.), donde se sitúa una zona de seracs (aglomeraciones de hielo y nieve muy inestables) y de cascadas de hielo con una inclinación considerable, los cuales retrasarán la progresión.

A partir del campo 2 y hasta el campo 3 (7.400 m.) se han de superar unas pronunciadas pendientes, que dificultan la marcha, pues las mismas, sin presentar demasiada dificultad técnica, cuentan con el agravante de la altura a la que se encuentran, lo que, sin lugar a dudas, las convierte en muy exigentes.

Desde este último campo de altura, las pendientes disminuyen su inclinación , aunque continúa siendo exigente por el efecto de la altura y la consiguiente falta de oxígeno, hasta los 8.201 m.